Con realidad aumentada nos referimos a la visión de un entorno físico del mundo real a través de un dispositivo tecnológico que añade información virtual a la información física ya existente. Es decir, añadir una parte sintética virtual a la real.
Durante décadas, la realidad aumentada ha sido producto de investigaciones, desarrollos y debates a lo largo y ancho del mundo. Sin embargo, cuando empezamos a ver los primeros proyectos que prometían introducirnos en un mundo totalmente virtual, los resultados (por no decir decepcionantes) estuvieron muy por debajo de aquello que la imaginación y la ciencia ficción nos había estado sugiriendo durante años. Véase Google Glass, por ejemplo, proyecto en donde su limitada disponibilidad, su alto precio y las críticas a un proyecto parecía nunca iba a salir de su fase beta hicieron que los desarrolladores perdieran interés en el proyecto.
Los grandes detrás de la Realidad Aumentada
La realidad aumentada que nos brindaba Google Glass experimentaba limitaciones importantes, pero representó un punto de partida importante para los grandes de la tecnología dentro del campo de la realidad aumentada ya que, 4 meses después de que Google sacara sus gafas de la línea de producción (2015), Microsoft anunciaba en grande su entrada a la escena con las Hololens, las cuales definían como unas “gafas de realidad aumentada autocontenidas».
Sus aplicaciones prácticas prometían un gran provecho tanto para el campo profesional como para el del entretenimiento, aunque Microsoft dejó claro que este periférico no estaría orientado a todos los públicos debido a su elevado costo de comercialización, superior a los 3.000 dólares. A pesar de esto, las Hololens marcaban también un antes y un después en un segmento que empezaba a volverse cada vez más interesante, propiciando el aumento de empresas y recursos que se dedicaban al desarrollo de este campo en particular y acercando al usuario promedio a esta tecnología en un formato mucho más popular y accesible: el smarthpone.
Iniciando con Proyect Tango, tecnología para realidad aumentada en móviles presentada por Google en 2015 para la cual desarrolladores como Lenovo han diseñado terminales específicos (como el reciente Lenovo Phab 2 Pro); hasta el reciente anuncio de Apple, que entra al mercado con su tecnología ArKit, el móvil y los dispositivos portátiles son hoy en día el principal protagonista dentro del desarrollo de tecnologías de realidad aumentada.
Junto a los tres grandes de la tecnología se encuentra un cuarto contendiente del cual no se sabe casi nada, excepto que su valoración de mercado es ya de 6.000 millones de dólares. Magic Leap es una compañía que en el 2014 nos sorprendió consiguiendo más de 500 millones de dólares de inversores como el mismísimo Google, inversiones que se dedicarían al desarrollo de una plataforma de realidad aumentada, plataforma de la cual, como ya comentamos, aún 3 años después no sabemos nada.
Aunque una de las suposiciones que se hacen desde hace años es que podríamos encontrarnos frente a un wereable que detectaría dónde estamos mirando y proyectaría objetos virtuales en tres dimensiones directamente en nuestro ojo, existe una filtración en la que el QEP (Nombre que usa Magic Leap para referirse a su prototipo) parece acercarse más al concepto de las HoloLens que al de una plataforma tipo ARKit o ARCore.
Existe mucho escepticismo en torno a Magic Leap, pero con un mercado de aplicaciones tan potencialmente amplio, la excitación que produce la idea de un dispositivo capaz de revolucionar el campo de la realidad aumentada mantiene en vilo a seguidores y entusiastas del tema, y seguramente lo continúe haciendo durante un buen tiempo.